Era un día en mi pueblo, hacía poco me había comprado un móvil nuevo y yo desde siempre he tenido un problema, soy adicto a comprar fundas de móvil. Estaba con mis primas en la feria de mi pueblo, no estaban mis padres, estaba con mis tíos, entonces vi un puesto en el que vendían fundas para mi móvil. De repente veo una que me encantó y digo la quiero, pregunto si la puedo comprar y la compré. La puse al móvil y todo iba bien.
Pero justamente unos minutos después el móvil deja de funcionar entra en modo de reiniciarse no funcionaba. Yo me estresé al máximo, me dio una crisis de ansiedad, llorando, perdiendo el control y gritando estresado. Todo esto estaba pasando en medio del recinto ferial. Después de un rato el móvil volvió a funcionar.
Unas horas más tarde volvimos a casa, estaba en la habitación con mis primas, y otra vez el móvil dejó de funcionar. Me volvió a dar una crisis de ansiedad, llorando, agobiado, gritando, frustrado… porqué el móvil no funcionaba, iba a perder todos los datos…Llegaron mis tíos y me intentaron tranquilizar, ninguno pudo. Me metí al baño, cerré la puerta, cogí una toalla, y en el suelo me puse a dormir.
Al día siguiente me desperté y ya el móvil estaba funcionando, mi tía me lo había arreglado. Hubo un problema que era que al poner la tarjeta SIM el móvil dejaba de funcionar. Tuve que llevar el móvil al servicio técnico y lo arreglaron.
Moraleja de esto: al final el móvil aunque tengamos ahí toda la vida, hay vida sin el, los datos son importantes pero tampoco lo suficiente como para entrar en constantes crisis de ansiedad por ellos, hay miles de formas de recuperarlos.
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Muy cierto, los móviles y las nuevas tecnologías pueden crear mucha dependencia, y adicciones a cualquiera…. Pero en las personas en el espectro autista, el riesgo se multiplica y crean situaciones de gran ansiedad. Por eso, es muy importante aprender a gestionar estás situaciones.